ARTESANÍA DE LA INDIA
La artesanía india, cuyas tradiciones y técnicas se transmiten de padres a hijos desde hace siglos, tiene especialidades propias y artesanos en cada localidad. El resultado es una acertada mezcla de técnicas antiguas con la estética moderna y una amplia serie de productos (sedas, joyas, alfombras, artículos de cuero y antigüedades) que gozan de gran renombre. Los antiguos mercaderes recorrían miles de kilómetros para adquirirlos y el viajero moderno les sigue concediendo un gran valor. Pero estas mercancías de cuidadosa manufactura y atractivo exótico valen mucho más de lo que cuestan.
Merecen particular mención las manufacturas textiles, con las sedas de Varanasi (Benarés), las de Kanchipuram o las espléndidas sedas bordadas en oro de Mysore. El 90% de la seda se produce en el sur. Es de máxima calidad y más económica en India que en otros países. También se hacen telas de algodón de brillante colorido en Rajastán y desvaídas en Madrás. La tela himrroo, mezcla de algodón y seda estampada, se encuentra en todo el país. La lana de Cachemira es famosa en el mundo entero, en especial los maravillosos chales de pashmina y el exquisito shahtush.
La industria tapicera india se cuenta entre las más importantes del mundo y algunas de sus piezas se exhiben en famosos museos. Cachemira tiene una larga tradición de tapicería, que se concreta en alfombras de lana y en tapices de seda de exquisita factura.
En Rajastán la artesanía destaca por su innato sentido del color; un color intenso y brillante, que no sólo se utiliza para iluminar pinturas o manuscritos, sino también en la vida cotidiana, en las vestimentas tradicionales e incluso en la arquitectura.
Foto hecha por Jim Zuckerman
Foto hecha por Jim Zuckerman
Casa Haveli, foto hecha por Jim Zuckerman
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